La neuroplasticidad es la extraordinaria capacidad del cerebro para modificarse a sí mismo a cada instante como resultado de la interacción de un individuo con el entorno. La neurogénesis es el proceso mediante el cual se forman las células que componen el sistema nervioso central (neuronas y células gliales), y ha sido comprobado que este fenómeno, al igual que la neuroplasticidad, puede funcionar toda la vida.

Cuando se aplica el entrenamiento adecuado, tanto a nivel neurocognitivo como emocional, ambos procesos de potencian. La clave está en acompañarlos con los cambios de hábitos que sugiere la neurociencia, particularmente en materia de alimentación, actividad física, vida intelectual y social.